Desde que el Festival de Cine de Cannes cumplió 60 años (lo que ocurrió en 2007), cada año Caroline Scheufele se las arregla para «saltar la cima» y crear una enorme colección de joyas para la alfombra roja de uno de los festivales de cine más antiguos del mundo. He aquí un detalle interesante: cada año, los maestros de la casa crean exactamente el número de adornos para marcar el aniversario de la fiesta. Y esta vez, habiendo decidido ignorar el pánico en el mundo, Scheufele decidió que habría un lugar para las obras de joyería en la cuarentena.
Una colección de 73 piezas, cada una de ellas dedicada al amor por la naturaleza, nos espera en 2020. Caroline Scheufele se inspiró en la belleza inmaculada y pura de la flora y la fauna. Y somos los primeros en apreciar el trabajo de los moldeadores, grabadores, acabadores y pulidores de joyas. La brillante línea incluye relojes con dos esferas enmarcadas con zafiros multicolores -las propias esferas sirven de ojos de las gemas-, pendientes-orquídeas con vivos pétalos de zafiros y capullos de tsavoritas, un juego de joyas que se asemeja a una planta de ginkgo verde, pero en lugar de hojas fotosintéticas, esmeraldas cortadas en forma de pera, tsavoritas y zafiros amarillos. Y los enormes anillos de diamantes con forma de osos polares y crías de foca seguro que le derretirán el corazón.
