
El mundo de la joyería está lleno de complejidades. Una historia interesante y un gran precio se esconden a veces en una gema tan profunda que sólo una lupa de joyero puede distinguirlos. Sin embargo, todos sabemos desde hace tiempo, por ejemplo, que el diamante es una piedra muy especial. El más codiciado y el más legendario. Con el amor a las joyas llega el conocimiento, las leyendas se vuelven más complejas y ricas. Los diamantes de color son más caros y más raros que los incoloros. Las piedras antiguas, que han existido durante generaciones, son un tesoro indiscutible; en el mercado de los coleccionistas esa leyenda brilla como una estrella. Trescientos años de fama, más de seis quilates, un magnífico y raro tono de azul y una talla de pera: la estrella Farnese Blue brilla ahora en la constelación de Bvlgari. El pasado mes de mayo, los nuevos propietarios compraron el legendario diamante por 6,7 millones de dólares.

El pedigrí del Farnese Blue se remonta a trescientos años atrás. Los descendientes de Alessandro Farnese (también conocido como Pablo III, el Papa) se habían convertido en famosos duques de Parma en el siglo XVIII, y una de las jóvenes herederas se convirtió en algún momento en reina de España al casarse con Felipe V. La principal preocupación de la corona española en aquella época era el Nuevo Mundo y otros viajes. Los barcos regresaron llenos de tesoros inimaginables. No todos regresaron: una de las expediciones a Cuba se perdió casi por completo en el camino de vuelta. Sólo un barco atracó en sus costas nativas, y a bordo había una hermosa piedra: el gobernador de Filipinas regaló a la reina un diamante azul de 6,16 quilates. Se convirtió en el principal tesoro de la familia Borbón de Parma. Ahora los joyeros y artistas de Bvlgari lo admiran. ¿Viene una tiara? ¿Un anillo de dedo pequeño de hombre? Pronto lo sabremos.
