Valerie Messika, directora creativa de la casa de joyas, ha preparado algo especial para la fiesta más romántica del año. La heredera del negocio de los diamantes tomó como base el símbolo del Día de San Valentín, el corazón, y lo presentó en varias variaciones sorprendentes. Valerie Messika es una maestra en la creación de joyas que pueden y deben llevarse tanto en fiesta como en paz. Se trata de piezas no sólo minimalistas, sino también muy brillantes de la colección, como el anillo Toi&Moi con dos inmodestos diamantes en forma de corazón (7,06 y 3,46 quilates).
Otras piezas de joyería de la cápsula resultaron ser igual de espectaculares. Los anillos abiertos en oro blanco y rosa parecen abrazar el dedo y crear una sensación de ingravidez. El director creativo utilizó el mismo método en el diseño de los colgantes, como si el corazón pareciera flotar en el aire, brillando con diamantes de hábil talla. La colección también tiene un toque de rock ‘n’ roll, con claveles brillantes que se asemejan a un corazón atravesado por una preciosa flecha.
